Mirando el techo.

Hay días en que felicidad es tumbarse en una cama y decir lo primero que te pasa por la cabeza. Mirar al techo, escuchar silencios y restar importancias. En la penumbra acortamos las distancias.

Tácitamente confiamos secretos y disimulamos heridas. Dibujo corazones mudos en tu espalda que son preguntas y son represalias.

En un momento encajan nuestros cuerpos, proyectamos nuevas formas, y reinventamos momentos que ya hemos vivido.

Y en mi mente se resuelven los silencios, uno a uno.

One Response

  1. El silencio es un amigo que jamás traiciona

    Luis Jimenez - August 26th, 2010 at 11:49 pm

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