AquÃ. Ahora. Nosotros.
AquÃ, y ahora, y un nosotros tácitamente marcado por la sensación de que ya nunca sabremos qué habrÃa pasado si hubiéramos escogido cualquier otro de los múltiples caminos que el destino nos tenÃa preparados.
El vértigo de saber que allÃ, donde fuera que sea, no podremos volver jamás.
Y aunque este aquà solo se parece al que imaginamos, aquà estamos. Porque un dÃa tú y yo soñamos este ahora: exactamente el que nos ha convertido en nosotros.