Bingo.
Hoy he estado en el Bingo, por primera vez. Ha sido cañà y exótico.
Sólo hemos jugado 10 euros invitados, de los que no hemos obtenido beneficio en ninguno de los 5 cartones. Lo más aprovechable del ratito pasado allà ha sido observar el público “tipo” que puede asistir a estos locales. Todos muy auténticos, como salidos de una peli de cine negro. Las que más, las que trabajan allÃ.
Un escenario muy pensado, y un tanto lúgubre. El juego se desarrolla sin dejar nada al azar (a parte de la extracción de las bolas). Se juega a un ritmo rápido, ayudados por algo de tecnologÃa.
Me ha llamado la atención que apenas se habla, sólo en ese lapso de tiempo entre que alguien canta bingo y se empieza un nuevo juego. Aunque por otra parte la gente expresa las emociones en voz alta. Cuando alguien canta lÃnea y le ponen una banderola en la mesa con la L, expresan el desánimo por no haber sido ellos. Cuando el cartón se alarga y nadie canta bingo, se oyen murmullos – Debe estar al caer. Y cuando alguien canta el bingo, se levantan las cabezas, se mira la mesa afortunada que es banderillada con una B, y se apresuran a comprar un nuevo cartón.
No creo que vuelva en breve, pero ha sido menos dramático de lo que pudiera haber pensado.
Dios, la verdad es que un Bingo sà que es un lugar friki donde los haya. El escenario, tan lúgubre como tú lo pintas, adornado de mujeres de la tercera edad con falsos bisones que tapan sus vergüenzas (a muchos niveles de entendimiento)… no tiene precio, hay que verlo.
Fer Sánchez - December 18th, 2007 at 6:03 pm