Los besos perdidos.
El otro dÃa, en el trasbordo de la lÃnea 1 a la lÃnea 5 en Sagrera, vi como a un chico, mientras subÃa las escaleras mecánicas, se le cayeron todos los besos que llevaba.
Ni él ni la gente alrededor parecieron darse cuenta. Yo en cambio me sentà muy inquieta por él. Me volaron algunos encima como mariposas, y me apresuré a recoger los que pude y los repartà por mis bolsillos, disimulando.
Lo alcancé en el andén mientras esperaba el siguiente metro, y me situé cerca. Él seguÃa ajeno a lo que le habÃa ocurrido, tranquilo. Lo miré y su mirada me pareció algo triste, pero no supe ver si esa era su expresión habitual. A mà me parecÃa que tenÃa que estar sintiendo algo terrible por haber perdido toda aquella carga.
Cuando subimos al tren, él se quedó de pié y yo me puse a su lado sin decir ni hacer nada, estaba nerviosa y me notaba el ritmo alterado. SentÃa los besos resguardados en mis pantalones y la excitación se hacÃa mayor mientras pasaban las estaciones. TenÃa que hacer algo porque en un momento u otro llegarÃa su parada o la mÃa y no querÃa quedarme toda esa responsabilidad en mis bolsillos.
Aproveché un momento de entrada y salida de pasajeros en que nuestros cuerpos quedaron más cerca, aguanté la respiración, cogà los puñados de besos y con cuidado los puse en su bandolera. Respiré.
Le volvà a mirar, pero su semblante seguÃa siendo serio y melancólico. HabÃa esperado una reacción, una transición a un estado emocional mejor reflejado en su cara. Pero no fue asÃ.
Apenas me dio tiempo a seguir mirándole cuando llegó su parada y se bajó. Lo observé caminar a lo largo del andén, con paso sereno e ignorando todo lo que habÃa pasado. Entonces me di cuenta: los besos volvÃan a escaparse de su bolsa.
Y en aquel momento entendÃ. Aquellos no eran besos perdidos, aquellos eran besos rechazados que fatÃdicamente buscaban un lugar al que ir.
Y dónde van los besos perdidos?
Santi - September 18th, 2010 at 11:29 ammmmmmmm
Me temo que no son recuperables y vagan de por vida lamentando no haber llegado a ser…
Quizá cuando seamos muy, muy viejos, y repasemos, y comprendamos, y escribamos la fe de erratas de nuestra vida, quizá entonces, dejemos que vuelvan a casa, aunque sea en forma de recuerdo de lo que pudo haber sido.
Aunque realmente, creo que la mayorÃa de las veces ni te das cuenta de que los has perdido.
Santi - September 18th, 2010 at 12:12 pmLos rechazados sÃ. Esos son peores.
Tantos besos rechazados que nunca fueron besos.
Y tantos besos queriendo serlo!
Injusticia. Vida.
magda - September 19th, 2010 at 10:11 pmIncomunicación
Santi - September 20th, 2010 at 11:03 pmMe ha encantado, Magda
Espero que sigas escribiendo muchos como este. Son inspiradores tus relatos.
Besos de primavera.
Belén - April 10th, 2011 at 4:30 pmBelén
Mil gracias Belén, lo agradezco mucho.
magda - April 25th, 2011 at 11:53 pmMás besos para ti.