El hospital.
HacÃa cinco largos años que no pisaba un hospital.
Tiempo en el que habÃa podido olvidar el olor asépticamente rancio, el ruido metálido de las camillas circulando por los pasillos, los murmullos detrás de las cortinas, la indiferencia desesperante, el gota a gota, las sonrisas conciliadoras, las largas esperas y los nudos en la garganta.
Hoy lo he vuelto a recordar todo.
Siempre me he preguntado qué impulsa a la gente a escribir un Blog.
Componer música cuando estoy en un estado de ánimo alterado es algo que no puedo evitar y entiendo por qué lo hago. De la misma manera, siempre lo hago de forma muy personal, privada y muy de vez en cuando comparto el resultado con alguien: en algún caso, bien lo sabes, ha sido contigo.
Escribir cómo percibimos el mundo y, lo que es aún más interesante, cómo nos percibimos nosotros de una forma tan abierta (sin destinatarios concretos) resulta, cuando menos, pornográfico.
¿Y entonces qué?. La mayorÃa de las veces escucho mis composiciones varias veces, la retoco y cuando la considero acabada, la lanzo a la papelera… ¿Es esa una buena alternativa?: En mi caso ya son muchos años de composiciones desgarradas, tristes o a lo sumo melancólicas: compartirlas es obligar a sentir pena y volverlas a escuchar una forma de volver a sentir lo que solo deberÃa ser un recuerdo.
Hoy “lo has vuelto a recordar todo” y al leerlo no he podido evitar llorar.
Antonio - December 29th, 2008 at 3:49 am